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Descansos y permiso para ir al baño: ¡protege tu derecho!

En un trabajo promedio en los Estados Unidos, las personas trabajadoras generalmente tienen al menos un descanso corto, un descanso más largo para comer, y acceso a servicios sanitarios cuando sea necesario. Esto puede parecer una garantía pero, para otras personas, esto puede parecer un lujo o resultar idealista. A muchas personas trabajando en labores manuales en los Estados Unidos — especialmente a migrantes con visas temporales — se les niega habitualmente el acceso suficiente a descanso y a servicios sanitarios durante su jornada, poniéndolas en mayor riesgo de sufrir riesgos de salud. 

Este problema surge de la falta de regulaciones explícitas en lo que respecta a las pausas en el lugar de trabajo. Con respecto al servicio sanitario, las personas trabajadoras deben tener acceso constante a instalaciones sanitarias limpias. Sin embargo, muchas empresas alentan a las personas trabajadoras a no usar el baño durante el día, por ejemplo, amenazándolas con despedirlas o utilizando su estatus migratorio como forma de presión. 

Según a un artículo del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las personas trabajadoras señalan que no tienen acceso a los servicios por diferentes razones, como las siguientes: los descansos insuficientes, los baños que están demasiado lejos del espacio de trabajo, las instalaciones sucias, o incluso miedo al acoso y seguridad general al usarlas. El problema parece afectar predominantemente a los maestros, conductores de autobuses o taxistas, enfermeras, las personas trabajadores de la agricultura y, de manera más grave, a personas trabajadoras migrantes en el procesamiento de pollo

En la industria del procesamiento de pollo, se ha encontrado que las personas trabajadoras evitan beber agua, usan pañales para trabajar e incluso han tenido accidentes al orinar durante el día para evitar críticas y despidos por parte de sus supervisores. Esto resulta en condiciones peligrosas para las personas trabajadoras, quienes corren el riesgo de infecciones del tracto urinario y problemas de vejiga, intestinos y riñones. Además, se fomenta el trabajo apresurado, lo que ocasiona que las personas trabajadoras sean más propensas a sufrir lesiones. Sin embargo, incluso fuera de la industria del procesamiento de pollo, la calidad insuficiente de baños y la capacidad de usarlos representa una amenaza para todos las personas trabajadoras, especialmente aquellas con problemas de salud preexistentes y/o enfermedades crónicas.  

A menudo, relacionado a la falta de acceso al servicio sanitario, está la falta de descanso para usarlo, comer, o tomar un descanso después de largos períodos de trabajo agotador. Aunque muchos estados lo exigen, el gobierno de los Estados Unidos no tiene una ley federal que exija a los empleadores que den descansos durante el día. La decisión depende de los gobiernos estatales. Actualmente, algunos estados exigen un descanso para comer y otros pocos exigen descansos pagados más cortos. Bajo la ley federal, no es obligatorio proporcionar un descanso, pero las pausas menores a 20 minutos tienen que ser pagadas. 

Sin un mandato claro, muchos empleadores se niegan a dar descansos durante el día para no pagar a sus empleados ese tiempo. Esto es especialmente peligroso para los trabajos físicamente exigentes que las personas trabajadoras migrantes realizan en los Estados Unidos. Sin esta protección federal básica, los estados con menores protecciones para las personas trabajadoras evitan este beneficio y, en última instancia, pueden causarles un gran daño. La capacidad de tomar un descanso para reposar, usar sanitarios, o comer, es esencial en la preservación de la salud y bienestar de las personas trabajadoras y debe estar protegido. 

Todas las personas trabajadoras, sin importar su estatus migratorio, deben tener acceso a servicios sanitarios y cercanos, así como suficientes descansos durante el día para mantenerse sanas y seguros. 

Si te están negando esta condición básica, comunícate con la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés). También, puedes contactar al Centro de los Derechos del Migrante, si sientes que te están maltratando en el trabajo. 

 

OSHA: Formulario de quejas en línea  o por teléfono al 1-800-321-6742 

CDM desde México: 800 590 1773

CDM desde Estados Unidos: 1 855 234 9699