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En marzo de este año, 76 trabajadores migrantes agrícolas en Michigan demandaron a sus empleadores Shoreline Growers, así como a las compañías de vivienda Brookside Farms y Pine Acres Estate, en un tribunal federal por una amplia gama de violaciones de la ley laboral estatal y federal, incluyendo del salario mínimo, de horas extras, y de vivienda.

Shoreline, haciendo negocios como Sawyer Nursery, reclutó a los trabajadores en 2015 en el Valle del Río Grande, Texas, ofreciéndoles trabajo en las guarderías Sawyer en Michigan y Alabama para las temporadas de 2016 y 2017. Los reclutadores les prometieron a los trabajadores $9-10 dólares por hora, vivienda de calidad gratuita y "muchas horas extra." Con estas promesas, los trabajadores dejaron sus hogares y sus trabajos en Texas, y gastaron cientos de dólares en boletos de autobús que viajaban primero a Alabama y luego a Michigan.

Al llegar a los viveros, los trabajadores se dieron cuenta rápidamente de que las promesas de los reclutadores estaban vacías. Las condiciones de la vivienda eran tan malas que las autoridades de Michigan las declararon inseguras para ser habitadas por humanos en diciembre de 2016. Los riesgos de seguridad incluían chinches, moho, hongos e inodoros inadecuados.

A pesar de conocer los riesgos para la salud de la vivienda, Shoreline no hizo nada para mejorar la vivienda y expuso a los trabajadores a diversos daños sin previo aviso o protección. Los niños pequeños de los trabajadores sufrieron picaduras de insectos, erupciones y fiebres. Los adultos también se enfermaron y tuvieron que buscar atención médica y faltar al trabajo mientras se recuperaban. Cuando uno de los trabajadores informó sobre las malas condiciones de vivienda y los problemas de salud resultantes al gerente de recursos humanos de Shoreline, el empleador lo despidió de inmediato.

Aunque los trabajadores tenían que gastar su propio dinero para tratar de soportar  su situación - comprando artículos de limpieza, pagando las visitas de los médicos y ausentando del trabajo por días no remunerados - Shoreline nunca les reembolsó por esos gastos.

Además, Shoreline deducía regularmente los supuestos costos de la vivienda y el equipo de los cheques de pago de los trabajadores , a pesar de que los trabajadores no habían recibido la notificación con anticipación de que su salario sería reducido. Estas deducciones ilegales significaron que los trabajadores ganaban menos que el salario mínimo federal de $ 7.25. Shoreline, por lo tanto, no sólo no pagó los $ 9-10 dolares por hora que prometió, sino que tampoco cumplió con la ley.

Shoreline tampoco proporcionó agua potable limpia, baños, o instalaciones para lavarse las manos, y tampoco informó a los trabajadores sobre sus derechos en virtud de las leyes federales y estatales.

Teniendo en cuenta todas estas ofensas, los trabajadores le han pedido al tribunal que les otorgue daños, honorarios de abogados y su salario impago. Están siendo representados por Farmworker Legal Services of Michigan; se les puede contactar llamando al (269) 492-7190. El caso sigue pendiente.