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Aunque el programa Au Pair se anuncia como un intercambio cultural, es un programa laboral. Las y los au pairs están en una situación vulnerable en caso de abusos en el trabajo, incluyendo robo de salarios y acoso.

El salario no corresponde al estándar federal. Las agencias que manejan el programa y que han sido autorizadas por el gobierno de EE.UU. están imponiendo pagos debajo del salario mínimo ($4.35 por hora en vez de $7.25, que es el salario mínimo federal). El salario mínimo por semana, según el salario mínimo federal, debe ser de $326.25 y no $195.75 como lo están publicando en los sitios web. Aproximadamente 90,000 au pairs han demandado las agencias patrocinadoras justo por este tema. El caso de Beltran, et al v. Interexchange, Inc., et al. aún sigue luchando para que las y las au pairs sean pagados según el estándar mínimum federal y no lo que las agencias patrocinadoras deciden por su cuenta.  

Otro problema que ha surgido es que las y los au pairs necesitan aprobar un examen de psicología para asegurar que puedan cuidar a los niños, pero las familias no están sujetas a este tipo de pruebas para asegurar que sepan cuáles son sus responsabilidades hacia las y los au pairs. Hay familias anfitrionas que optan por el programa de au pair porque el costo es la mitad de que pagarían en las guarderías. También el programa es atractivo para las familias por el hecho de que sus hijos interaccionan con un o una au pair en una lengua extranjera. Esto limita los y las au pairs de practicar su inglés, un componente integral del programa.