Mayo 23, 2019
Gran victoria: Las y los campesinos de NY ganan el derecho a organizarse
¡Únete a nosotras para celebrar una gran victoria legal para las y los trabajadores agrícolas!
El derecho a organizarse permite a las y los trabajadores mejorar sus condiciones de trabajo.
Pero durante años, a las y los trabajadores agrícolas de Nueva York se les ha negado ese derecho. Se les ha negado el derecho a sindicalizarse y unirse a sus colegas para abordar colectivamente las condiciones de trabajo deplorables, incluyendo salarios injustos, viviendas inseguras y la trata laboral. Esta exclusión de las personas campesinas de las protecciones básicas tiene sus raíces en el racismo contra las y los trabajadores agrícolas afroamericanos.
Para las y los trabajadores agrícolas en Nueva York, esto se detiene hoy.
En una decisión transformadora esta mañana, la Corte Suprema del estado de Nueva York dictaminó que excluir a las y los trabajadores agrícolas del derecho a organizarse es inconstitucional. En 2016, el trabajador agrícola Crispin Hernández, el Centro de Trabajadores de Nueva York Central y el Centro de Justicia para Trabajadores de Nueva York demandaron al estado, argumentando que esta exclusión viola la Constitución del estado, que otorga a los empleados el derecho fundamental de organización y negociación colectiva. ¡Felicidades a entonces y a nuestros aliados en la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, quienes representaron a los demandantes!
El otoño pasado, el Centro de los Derechos del Migrante, Inc (CDM) y nueve organizaciones aliadas, presentamos un informe de un amigo de la corte en apoyo a los demandantes, en el que se detalla cómo la exclusión empeora las condiciones de trabajo de explotación de las y los trabajadores agrícolas y promueve las represalias. Al ubicar las voces de las personas trabajadoras en el centro de este informe, tratamos de abrir los ojos de los jueces: su decisión impactaría profundamente las vidas de decenas de miles de hombres y mujeres que siembran, cosechan y procesan los alimentos que comen todos los días.
El derecho a organizarse es fundamental para abordar los graves desequilibrios de poder en las relaciones laborales, especialmente para las y los trabajadores con salarios bajos. Hasta hoy, las y los trabajadores agrícolas en Nueva York no podían hablar con sus empleadores o con colegas sobre muchas injusticias laborales sin arriesgar sus trabajos. La negociación colectiva construye el poder entre las y los trabajadores.
Esta es una gran victoria para las y los trabajadores en Nueva York. Pero las personas campesinas en los EE.UU. todavía están excluidos de los derechos más básicos de los que disfruta la gran mayoría, incluyendo las horas extra y el derecho de sindicación. La victoria de hoy renueva nuestro compromiso con el poder de las voces de los trabajadores para abordar las injusticias bajo la ley.