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La indemnización laboral es tu derecho: tienes el poder para defenderte

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Como ya les hemos contado, en los Estados Unidos existen leyes de indemnización que pueden ayudarte ante un problema de salud en el trabajo. Estas leyes varían según el estado donde trabajas, pero los principios básicos del sistema son parecidos. A continuación te contamos más sobre estos principios: 

Es común que las personas lesionadas en el trabajo teman una respuesta negativa al recurrir al sistema de indemnización, y que además perjudique su relación con su empleador. Sin embargo, usar los beneficios de este sistema es tu derecho si te accidentas o te enfermas en el trabajo. Además, es muy importante que tengas en cuenta que:

-     Al usar los beneficios de la indemnización, no estás demandando a tu empleador, sino exigiendo tus derechos a una compañía de seguros. 

No es personal. Si tiene un seguro de indemnización laboral, lo cual es obligatorio en casi todos los casos, el empleador no pagará de su bolsillo tus beneficios de indemnización. 

-    La indemnización laboral es un seguro sin culpa. Para poder acceder a los beneficios de la indemnización laboral, es suficiente que tu empleador tenga este seguro, y que tú hayas sufrido una lesión o contraído una enfermedad en el trabajo. En la mayoría de los casos, no importa si el accidente o la enfermedad fue a causa de algún error que hiciste tú, o que hizo tu empleador o alguien más.

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Estas recomendaciones generales son útiles para tu reclamo de indemnización: 

1.  Reportar tu lesión: El empleador tiene el derecho a ser notificado inmediatamente sobre la lesión o la enfermedad. En Maryland, el plazo es de 10 días. De acuerdo a la empresa, hay diferentes protocolos a seguir: a quién y cómo reportar. Es importante que te informes sobre estos procedimientos, pues hacerlo de la manera requerida facilita el proceso. 

2.  Elegir tu médico: Si te lesionas, tienes derecho a decidir quién te dará el tratamiento médico. El empleador sí tiene derecho a requerir una evaluación médica de tu condición y recuperación con un médico de su elección, pero tu puedes elegir al médico que te dará el tratamiento médico. También puedes pedir una segunda opinión, incluso si tú elegiste al primer médico que te evaluó.

3.  Seguir tu tratamiento: Tu salud es de primera importancia. Para cuidarte y mejorarte, asiste a tus citas de revisión y seguimiento. Si hay una cita a la que no puedes asistir, procura avisar con anticipación y reprogramarla. Es importante reprogramar estas citas porque faltar a una cita  puede hacer que sea más fácil que el seguro se niegue a darte tratamiento adicional u otros beneficios.

4.  Documentar: Al iniciar un caso de indemnización, los reportes médicos son la fuente de información principal para construir tu caso, así que es mejor si tus reportes médicos incluyen detalles. Cuando vayas a una cita médica, comparte todas las lesiones o síntomas, por mínimas que parezcan. No omitas información sobre lo que te duele o molesta.

5.  Solicitar orientación legal: Procura buscar orientación legal desde el día que te lesiones o enfermes. Los sistemas de indemnización de cada estado son complejos, y para proteger tus derechos dentro de estos sistemas, te sugerimos consultar con una persona abogada que tenga experiencia en el sistema de indemnización del estado donde trabajas.  Aunque el CDM no provee representación en casos de indemnización laboral, podemos intentar conectarte con recursos legales en tu estado. 

6.  Identificar que hay plazos. Cada lugar tiene fechas límite para reportar o iniciar trámites. Asegúrate de tener la información correcta de los momentos en los que vence. 

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Desafortunadamente, este sistema de indemnización laboral tiene limitaciones importantes: 

  • Si una persona tiene un contrato temporal, a veces no es posible saber de antemano qué cobertura tiene y quién es el responsable de cubrirla. 

  • El empleador no está obligado a darte permiso para asistir a tus citas médicas, sobre todo si estás en condiciones de asistir al trabajo. Puede que tengas que programar tus citas para las horas cuando no laboras.

  • El empleador puede exigir que te presentes al trabajo y hagas actividades ligeras, siempre y cuando no estén en contra de las prescripciones del médico. Esto puede ser desgastante o muy aburrido, pero si te niegas a hacerlo, tu empleador probablemente tiene el derecho a despedirte.

  • Si en el trabajo contraes una enfermedad infecciosa, como COVID-19, es necesario documentar las posibles situaciones de contagio. Si piensas que alguien en tu trabajo está enfermx y que posiblemente estuviste expuestx, anótalo y repórtalo. Por ejemplo, puedes decirle a tu supervisor por mensaje o por correo que piensas que ayer estuviste expuestx a COVID-19 porque la persona que trabaja a tu lado tenía una tos muy fuerte y hoy resulta que esa persona dio positivo a una prueba de COVID-19.  Anotar y reportar esta información ayuda a comprobar que fue en el lugar de trabajo que contrajiste la enfermedad, no en otro sitio, y que por lo tanto sí te cubre el seguro de indemnización laboral.

  • La indemnización laboral tiene cobertura administrativa estatal, por lo tanto, en el caso de las personas trabajadoras migrantes temporales es muy difícil transferir los beneficios fuera del país o incluso fuera del estado. 

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Para hacer cumplir tus derechos dentro de este sistema, siempre es recomendable consultar con un abogado o una abogada con experiencia en temas de indemnización laboral lo antes posible. Si te has lastimado o estás experimentando una enfermedad ocupacional, puedes comunicarte con el Centro de los Derechos del Migrante, Inc. (CDM). Aunque el CDM no provee representación en casos de indemnización laboral, podemos intentar conectarte con recursos legales en tu estado. Puedes llamar desde México al 800-590-1773, o desde Estados Unidos al 855-234-9699. Los horarios de atención son de lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas (CT).